Por mucho que creamos que vender o alquilar una propiedad es algo sencillo, si no necesaria, se puede fallar en alguno de los trámites que conlleva una operación inmobiliaria y con ello, dificultaríamos el proceso por este alquiler o esta venta.

Por este motivo, los profesionales de las agencias inmobiliarias siempre recomiendan a nuestros clientes, que acudan a un intermediario inmobiliario, ya que les proporcionará una serie de ventajas que le ayudarán a llevar a cabo tanto el alquiler como la venta, de una forma rápida y segura.

El intermediario inmobiliario no es exactamente un vendedor, se trata de un profesional inmobiliario que conoce el mercado, y que atiende cada cliente de manera especializada y personalizada, contando con el mismo vendedor / arrendador para realizar el proceso.

La intermediación inmobiliaria funciona a través de un contrato, a través del cual se permitirá saber a las partes que implica esta relación contractual y en que se comprometen, y en el que se establecerán las condiciones, los derechos y obligaciones para ambas partes, para llegar a cerrar la operación de alquiler o venta con el mayor éxito posible.

Las ventajas que un cliente se decida por un intermediario inmobiliario, son que este profesional se asegurará de que nuestro futuro comprador o arrendador es solvente y no ha tenido malos antecedentes en otros arrendamientos, asimismo con su conocimiento del mercado conseguirá un comprador o un arrendador en menos tiempo, facilitándonos todo el proceso.